Un tiro efectivamente ejecutado es la clave para marcar goles decisivos. Combina fuerza, precisión y lectura de la trayectoria para superar al guardameta:
- Tiro con empeine: Ideal para potencia. Coloca el tobillo firme, golpea el balón en su centro con el empeine y sigue el movimiento completo del cuerpo. Inclina ligeramente el tronco hacia adelante para que el balón no se eleve demasiado.
- Colocación con interior: Para disparos más colocados, use la zona interna del pie, apuntando al espacio deseado. Practica objetivos específicos en la portería, comenzando cerca para pulir la puntería y luego a media distancia.
- Tiro con efecto (curl): Sitúa el balón ligeramente pegado a tu pie de apoyo, golpea el balón con el borde interno o externo de la plantilla y envuélvelo alrededor de la barrera. Trabaja tanto con pierna diestra como zurda.
- Remate de cabeza: Domina el pase por arriba. Salta, inclina el cuello y conecta con la frente. Haz series de saltos y remates usando un balón lanzado por un compañero para simular centros.
- Tiro en carrera: Dispara tras un amago de regate o pase en movimiento. Mantén la pierna de golpeo firme y la vista en el balón. Este golpe exige coordinación y sincronización entre cuerpo y balón.
Recomendaciones finales:
- Calienta siempre antes con disparos suaves y aumenta progresivamente la fuerza.
- Estudia al portero: su posición te indica dónde debe ir el balón.
- Varía alturas: bajos, medios y elevados para sorprender.
Practica cada día y verás cómo tu tasa de acierto se dispara, convirtiéndote en letal de cara al gol.