Regates eficaces: cómo superar a tu marcador

Vencer la defensa rival mediante un regate contundente no es cuestión de suerte, sino de técnica y lectura de espacios. Para enriquecer tu repertorio, trabaja las siguientes maniobras:

  1. Amago de cuerpo: Inclina el torso y cambia ligeramente el peso del cuerpo; justo cuando el defensor ceda, empuja el balón con el interior del pie para ir en la dirección contraria. Practica en zonas reducidas para afinar la velocidad del amago.
  2. La bicicleta (360°): Apoya el balón entre tus pies, rodeándolo con una circunferencia. Rodéalo con la planta del pie y, justo cuando el defensor intente robar, da una semicircunferencia para escapar. Impresiona y descoloca a tus rivales.
  3. Pase de cadera: Empuja el balón con el interior del pie y, girando la cadera sobre el adversario, abandona esa zona. Este regate supone un movimiento fluido que engaña gracias al cambio de orientación.
  4. Drag-back (arrastre): Coloca el pie encima del balón, levántalo ligeramente y arrástralo hacia atrás con la suela mientras giras el cuerpo 180°, dejando al marcador atrás.
  5. Regate en velocidad: Combina toques cortos en carrera, cambiando de pie e intensidad. Esto mantiene al defensor desequilibrado y te da espacio para acelerar.

Pautas para el regate perfecto:

  • Mantén el balón cercano a ti; pequeños toques aseguran control y reacción rápida.
  • Observa a tu defensor: su peso y mirada delatan su intención.
  • Varía tu arsenal de regates para no resultar predecible.

Con disciplina y práctica, tu regate será tan fluido que los oponentes dudarán en presionarte, abriéndote rutas libres para asistir y anotar.