Recuperación activa: acelera tu adaptación

La recuperación es tan importante como el propio entrenamiento. Un buen descanso reduce lesiones y potencia tus ganancias de fuerza y resistencia.

  1. Rodaje suave
    Tras un entrenamiento intenso, trota 15–20 min al 50 % FCM. Mejora la circulación y elimina toxinas.
  2. Estiramientos dinámicos
    Al finalizar, haz estiramientos suaves en movimiento: balanceo de piernas, rotaciones de cadera y brazos, 2×10 repeticiones de cada.
  3. Auto-masaje con foam roller
    Dedica 5–10 min a rodar cuádriceps, isquiotibiales y gemelos. Libera puntos gatillo y mejora la elasticidad muscular.
  4. Crioterapia localizada
    Aplica hielo en tobillos o rodillas tras sesiones duras (15 min). Disminuye inflamación y acelera la recuperación.
  5. Movilidad articular
    Realiza ejercicios de movilidad de tobillos, rodillas y caderas 3×12 repeticiones. Mantiene tus articulaciones saludables.

Recomendaciones:

  • Hidratación continua.
  • Ingiere proteínas (20–25 g) y carbohidratos en los 30 min tras entrenar.
  • Duerme 7–9 h con buena higiene del sueño (habitación oscura, temperatura fresca).

Este enfoque de recuperación activa te mantendrá fresco para cada Entrenamiento y Partido, reduciendo dolores y optimizando tu desempeño.