Un pase bien ejecutado puede cambiar el rumbo de un Partido en segundos. No importa si eres mediocampista, defensa o extremo: la calidad de tu pase define la fluidez del equipo. Estas técnicas te ayudarán a dominar cada entrega:
- Pase con interior del pie: Colócate con el balón al centro de tu cuerpo, punta del pie apuntando hacia afuera y tobillo firme. Empuja el balón con la zona plana interior del pie, buscando precisión antes que potencia. Practica con un compañero situado a 10, 20 y 30 metros, variando la distancia.
- Pase de empeine (khɪck): Ideal para pases largos. Apunta el empeine al balón en posición baja, flexiona ligeramente rodilla y golpea el centro del balón con un movimiento de pierna recta. Trabaja el balance corporal para no perder exactitud.
- Pase con exterior del pie: Excelente para romper líneas de presión por sorpresa. Sitúa el balón ligeramente detrás de tu pie de apoyo, gira el cuerpo y usa la zona exterior del pie para dar efecto. Practica curvas cortas y pases a tus compañeros.
- Pases en movimiento: Corre paralelamente a tu compañero, recíbele el balón en carrera y pasa de inmediato. Esto acostumbra tus piernas y tu cuerpo a la dinámica real de un Juego donde no siempre estás estático.
- Simulación de presión: Coloca un cono o un compañero que te presione mientras ejecutas pases. La tensión simulará la presión de un rival y mejorará tu calma y precisión bajo estrés.
Claves para el desarrollo:
- Observa siempre antes de recibir: un vistazo rápido te prepara para decidir la siguiente acción.
- Alterna ejercicios de pases cortos y largos para entrenar ambos rangos.
- Controla la velocidad del balón para que tu compañero lo reciba cómodo y sin esfuerzo extra.
Al incorporar estas prácticas, tu visión de Juego mejorará y podrás conectar con tus compañeros de forma instantánea, convirtiéndote en el motor futbolístico de tu equipo.