El control del balón es la base de cualquier gran jugador de fútbol. Sin él, las transiciones rápidas, los regates y los pases precisos se vuelven imposibles. Para mejorar tu “first touch” —ese primer contacto que define tu próximo movimiento—, integra en tu rutina los siguientes ejercicios:
- Toques alternos con pared: Colócate de pie a 2 m de una pared. Con la parte interna del pie derecho da un toque suave al balón contra la pared, recíbelo con la misma zona del pie izquierdo y continúa alternando. Haz series de 50 toques por pie; aumenta la intensidad gradualmente.
- Conos en zigzag: Coloca cinco conos espaciados a un metro. Conduciendo el balón a tu lado, dribla en zigzag entre ellos usando el interior y exterior del pie. Este ejercicio refuerza el control mientras mantienes velocidad. Realiza tres pasadas en cada dirección.
- Toque suspendido: Patea el balón ligeramente hacia arriba y controla la caída con empeine, muslo o pecho, buscando que cada recepción sea limpia y sin rebote. Hazlo de forma alterna: 20 toques con cada parte del cuerpo.
- Mini rondos: Con un grupo de cuatro jugadores en un espacio de 5×5 m, dos “pivotes” del otro lado dan presión. Tu misión es recibir y devolver a tus compañeros con un solo toque. Entrena la explosividad y la toma rápida de decisiones.
- Conos móviles: Pide a un compañero que sostenga un cono y se mueva despacio en un área de 3×3 m. Tú conduces el balón y debes sortear al cono usando regates básicos (amago interior/exterior, bicicleta). Trabaja la coordinación ojo-pie y la improvisación.
Consejos de un entrenador profesional:
- Mantén la mirada baja solo en los primeros momentos del toque; luego levanta la vista para revisar el espacio.
- Incorpora un balón ligeramente desinflado de vez en cuando: ¡hará que tu pie se “acomode” mejor al control!
- Practica a diario, aunque sean veinte minutos antes o después del entrenamiento oficial.
Con estos ejercicios, tu balón se convertirá en una extensión de tu pie. En cada Partido verás cómo ganaste en confianza y precisión.